lunes, diciembre 29, 2008

De Maiquetía a El Dorado

Yo sé que los conquistadores pasaron trabajo para llegar allí. Y nunca llegaron. Mi familia y yo también pasamos trabajo. Demasiado. Tuvimos que soportar una cola de seis horas, sin comer, peleando con pasajeros y empleados de la aerolínea por el abuso de algunos de los primeros y la ineptitud de los segundos. Y encima, existía la posibilidad de que no nos fuéramos.
Pero nos fuimos. Y el viaje, a diferencia de todo lo que lo precedió, fue tranquilo. La atención de las azafatas fue excelente. Hasta el sándwich que nos dieron fue lo suficientemente sustancioso como para evitar que el hambre nos derribara. Y en un trayecto rapidísimo, de esos que no existen en Caracas, llegamos a Bogotá.
Y El Dorado, el aeropuerto, nos recibió con un abrazo frío y un olor raro, de estación de El Silencio. Pero no importaba. No sé si fue por todo lo que nos costó llegar, a mi me pareció que este Dorado brillaba como nunca brilló a los ojos de los conquistadores ese otro Dorado legendario que inventaron los indígenas. Este, a diferencia de aquel, es completamente real. Y nosotros, a diferencia de los conquistadores, habíamos llegado a él. Por fin.

Joanna Ruiz Méndez

2 comentarios:

David Bolivar dijo...

Hola MijoO!!! Feliz 2009!!! Este es nuestro año definitivamente! tenemos que darle con todo para lograr nuestras metas, te extraño de aqui a Bogota (a pie)!!! No me vas a creer pero acabo de leer tu regalo de navidad, tengo que verte para aprobarlo para el blog, tiene que ser una decision con reunion y todo, jaja...En cuanto a tu post, pues solo puedo decir que el olor del Metro en la estación El Silencio, es faltal, asi que ya me imagino ese aero. Cuidate mucho en la vuelta y espero verte mas pronto que nunca! TE ADORO UN MONTON!

Joanna dijo...

Hooola Midav!! Feliz 2009 para ti también, te extraño muchísimo!! Igual ya pronto estoy de regreso para que juntos tomemos la decisión de publicar el cuento de navidad que leíste hasta el final de año jeje... Igual no juzgues a El Dorado por su olor, supongo que es algo temporal y del resto está muy bien cuidado. Igual te cuento los detalles cuando regrese. También te adoro, besos!