¿Recuerdan
que en enero les propuse un Desafío de Lectura? Aunque yo misma no he sido la
más juiciosa este año, he tratado de cumplir con algunas de mis metas. Así voy:
- Un libro
que tengas pendiente de tu autor favorito. Si ya los has leído todos, se vale
la relectura del que más te haya gustado. Aunque entre mis pendientes sigue la relectura de La
Montaña Mágica de Thomas Mann, decidí leer otra de sus obras mientras
tanto: La engañada. En esta novela corta se cuenta la historia de una
mujer madura que renueva su pasión por la vida a causa de hombre mucho más
joven. A pesar de no ser mi libro favorito de Mann, me gustó mucho porque tiene
el sello de todos sus escritos: ahonda de una manera sencilla en las profundas
contradicciones, ironías y complejidades de la naturaleza humana.
- Una novela distópica. Creo que Crónicas marcianas, de Ray Bradbury,
encaja perfectamente en esta categoría. Sin embargo, si pudiera leer una más,
elegiría otra del mismo autor: Fahrenheit
451.
- Un libro que haya sido publicado el año de
tu nacimiento. Tokio Blues, Norwegian
Wood de Haruki Murakami. Fue publicado en 1987. Pueden ver la reseña del libro aquí.
- Un bestseller. Mi meta es
terminar uno que comencé hace varios años: Mujeres
que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés.
- Un libro escrito por un(a)
periodista. Es muy probable que termine leyendo uno que está desde
hace rato entre mis pendientes: Tinísima,
de Elena Poniatowska.
- Una novela gráfica. Maus, de Art Spiegelman. Una de las
obras más dolorosas y bellas que he leído. Esta es la reseña que escribí en febrero.
- Un libro infantil que siempre hayas querido
leer. Sigo sin leerlo: Platero y yo,
de Juan Ramón Jiménez. Si alguien me lo quiere regalar para mi cumpleaños,
prometo leerlo antes de que termine 2016.
- Un libro escrito por un(a) compatriota.
Uno que tengo en la mira desde hace rato es La
Enfermedad, de Alberto Barrera
Tyszka.
- Algún clásico (de esos que se supone que
uno debe leer al menos una vez en la vida). El Túnel de Ernesto Sabato. Es un las obras clásicas de la
literatura latinoamericana y que la mayoría de las personas que conozco –incluso
aquellas que no son fanáticas de la lectura- ya han leído. Aunque la relación
trágica entre el machista Juan Pablo Castel y la enigmática María Iribarne no logró
engancharme completamente, creo que la historia es poderosa por aquello que
jamás se hace explícito, por los silencios bien administrados, por la palabra
no dicha. Creo que ciertamente deberían leer este libro al menos una vez en su
vida.
- Un libro sobre el período histórico que más
te llame la atención. Probablemente termine leyendo algo del Imperio Romano
o de la Guerra Fría. Si tienen alguna recomendación, será bien recibida.
- Un libro que haya sido adaptado al cine o a
la televisión. Mi opción en esta categoría es un clásico que compré en la
Feria del Libro de Bogotá este año: Jane
Eyre, de Charlotte Brontë.
- Un libro sobre fantasmas, zombies o extraterrestres.
La verdad, no tengo nada pensado para esta categoría. ¿Sugerencias?
No sé si
logre completar el desafío, pero les prometo que haré mi mejor esfuerzo en
estos dos meses que quedan. Aunque pareciera que no he leído casi nada, hay obras
que he culminado que no encajan en esta lista como Things Fall Apart, de Chinua Achebe –una obra a la que le dedicaré
un post próximamente porque me pareció maravillosa- y Kokoro, de Natsume Sōseki. Además, debo dedicar tiempo a las
lecturas relacionadas con mi tesis de maestría; estoy que pido nuevamente una licencia poética para olvidarme de que existe.
El 31 de
diciembre les contaré cómo me terminó de ir. Espero que ustedes también me
cuenten a mí.
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