lunes, marzo 05, 2012

Cementerio de la Recoleta: arte e historia


Desde el primer día en Buenos Aires, mi familia y yo entendimos que teníamos que aprovechar el tiempo al máximo. Nos exigimos cumplir con apretadas agendas de viajeros para poder conocer diferentes lugares en el menor tiempo posible. Fue así como en un día visitamos el Cementerio de la Recoleta, la Basílica Nuestra Señora del Pilar, la Floralis Generica, el Parque Thays y el show Señor Tango. Aunque todos los lugares poseen su encanto, hoy me enfocaré en el primero.
El Cementerio de la Recoleta es un espacio que da cabida a construcciones imponentes que son un verdadero homenaje al arte y a la arquitectura. No sé cómo les irá a los otros turistas, pero yo pensé poco en la muerte estando allí. Preferí deleitarme con la belleza de esos mausoleos inmensos y esas estatuas magníficas. Sin embargo, admito que sí logró conmoverme la historia de Liliana Crocciati.
La estatua de Liliana representa a una muchacha delgada de cabello largo que viste su traje de novia. A su lado, se encuentra su perro Sabú. Cuentan los guías que la joven murió durante su luna de miel sepultada por una avalancha de nieve. Tenía veinte años. Confieso que la visión de esa muchacha con su mascota, su muerte temprana y su historia de amor desperdiciado me estrujaron el alma. 



En el Cementerio de la Recoleta descansan muchos personajes ilustres como Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento y Raúl Ricardo Alfonsín. Sin embargo, el mayor atractivo del lugar -aunque suene algo morboso- es la tumba de Eva Perón, frente a la cual se arma una eterna fila de turistas que quieren fotografiarla. El Cementerio de la Recoleta era un lugar exclusivo para millonarios y personajes de cuna, por lo que un guía turístico nos dijo que la tumba de Evita en aquel lugar representaba una batalla que ella le había ganado a los oligarcas después de muerta, al mejor estilo del Cid Campeador. No sé si él se inventó este símil glorioso, pero no sería raro: el muchacho nos confesó, con orgullo en la voz, que Evita era la mujer más importante en su vida después de su mamá.



Mi única recomendación para visitar el Cementerio de la Recoleta es que se haga con un guía.  No hay duda de que conocer las historias de las personas para las cuales se crearon los imponentes mausoleos y las estatuas magníficas le brindan otra dimensión a este lugar y hacen de esta visita una experiencia mucho más interesante.

Joanna Ruiz Méndez

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