Las vacaciones
decembrinas tenían nombre y apellido desde julio: Buenos Aires. Ya en
mis Propósitos para el 2011 había confesado que quería conocer la capital argentina. Quizás era la mezcla de fútbol, tango y bohemia que siempre he
relacionado a la ciudad lo que me llamaba a visitarla. El año pasado,
finalmente, cumplí mi deseo: Buenos Aires me recibió cálidamente el 19 de
diciembre. La encontré tan mágica, tan hermosa y tan imponente como la había imaginado.
Y quizás más.
Empezaré por
contarles sobre Facón Grande, el hotel que nos acogió por nueve días y que se
convirtió en nuestro hogar temporal. Está ubicado en la calle Reconquista y
busca ensalzar el espíritu gaucho a través de la decoración. También a través
de su nombre, ya que Facón Grande era el apodo de José Font, un gaucho que
lideró la lucha por la reivindicaciones de los peones que laboraban en la
Patagonia a comienzos de la segunda década del siglo XX.
Las demandas de
los peones en aquella época eran bastante sensatas: eliminar el hacinamiento en
las viviendas, favorecer a los obreros con familia e hijos y contar con un
lavatorio para poder asearse después de la jornada laboral. Hubo una que me
llamó particularmente la atención: la solicitud de un botiquín de primeros
auxilios en español porque el que tenían venía en inglés. Sin embargo, los
patrones no accedieron a cumplir con estas peticiones y movieron sus
influencias en los círculos de poder para terminar con esta situación.
No pasó mucho
tiempo antes de que el Gobierno Nacional interviniera para reprimir con fiereza
la huelga y fue así como más de 1500 trabajadores fueron asesinados. Facón
Grande fue fusilado y se convirtió en un símbolo heroico de esta terrible
tragedia.
Facón Grande, el
hotel, resultó ser un lugar bastante agradable e interesante por su aspiración reivindicatoria,
aunque también hay que destacar el buen servicio y la comida deliciosa que se
puede degustar en su restaurante. Además, la ubicación es ideal: se encuentra
cerca de la Plaza de Mayo, de la Calle Florida, del Obelisco y de Puerto
Madero, así como de otros lugares imperdibles de la ciudad.
Mañana les
contaré de otros sitios memorables que tuve la oportunidad de conocer en el
Buenos Aires queridísimo que me enamoró en diciembre.
Crédito: www.hotelfacongrande.com
Joanna Ruiz
Méndez
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