“Imagina la noche más fría de la historia. La nieve cae sobre la ciudad de Edimburgo. En lo alto de una colina nace el pequeño Jack, pero su corazón está dañado. Y por eso necesitará reemplazarlo por un reloj de madera, un corazón artificial del que dependerá su vida. Acompañemos a Jack en su aventura quijotesca desde las frías callejuelas escocesas hasta una radiante ciudad andaluza, en busca del amor. Pero, ¡cuidado! Jack debe seguir unas reglas para sobrevivir:
Uno: NO TOQUES LAS AGUJAS.
Dos: DOMINA TU CÓLERA.
Tres: NO TE ENAMORES NUNCA.
LA MECÁNICA DEL CORAZÓN DEPENDE DE ELLO
Deseemos suerte a Jack, y recuerda que, como en este cuento para niños grandes, todos hemos sufrido alguna vez por nuestro voluble corazón”.
Tenía muchas ganas de leer este libro, escrito por el francés Mathias Malzieu, desde hace tiempo. La sinopsis -que escribí anteriormente- y la portada de la obra, fueron suficientes para que esta historia me llamara poderosamente la atención.
El protagonista de La mecánica del corazón es Jack, un chico al que su madre adolescente abandona siendo apenas un recién nacido. Una doctora con métodos de curandera, quién fungió como partera en su nacimiento, es la que se encarga de cuidar al pequeño. Jack es un bebé con el corazón helado y defectuoso y la doctora-curandera, Madeleine, decide utilizar un viejo reloj para elaborar una mecánica que permita mejorar su dañado sistema cardíaco. Luego de la exitosa operación, el protagonista tiene un corazón-reloj que funciona bastante bien, aunque es mucho más frágil que el promedio.
Jack debe canalizar las angustias, la felicidad, la tristeza y el amor a través de la delicada mecánica de su corazón. Del mundo seguro de Madeleine y sus amigos más cercanos, pasa a la realidad tambaleante del amor platónico y de allí al universo cruel de odio, burlas y venganza que descubre en su escuela. La pasión incontrolable por una pequeña cantante medio cegatona, llamada Miss Acacia, lo hace viajar desde Edimburgo hasta Andalucía en compañía de un pintoresco personaje: Georges Méliès, uno de los pioneros de la cinematografía. En territorio español, Jack aprenderá más sobre su corazón y sobre el amor, pero también sobre la rara metamorfosis que sufren los sueños cuando se vuelven realidad.
Este cuento de hadas moderno, en donde el corazón de Jack parece tan efímero como el baile de la Cenicienta o la condición humana de la Sirenita, presenta una idea muy original que pudo haber sido mejor desarrollada. No soy una experta crítica literaria, pero pienso que la obra está plagada de lugares comunes y metáforas poco logradas, lo que hace que el relato pierda fuerza y consistencia a medida que avanza. El libro lo han vendido como un “cuento para niños grandes”, pero considero que más que los adultos, es el público juvenil el que más fácilmente puede engancharse con este relato por los tópicos que toca tales como el amor, la fantasía, las tristezas infinitas y la sensación de ser un eterno incomprendido experimentada por Jack. No en vano, el protagonista es un adolescente durante prácticamente todo el libro.
La Mecánica del Corazón será llevada al cine y aunque el libro fue algo decepcionante para mí, creo que la película puede superar la obra escrita. Hay muchas características de esta historia que probablemente funcionarán mejor en el lenguaje cinematográfico. Ya muchos se la imaginan como un filme de estética timburtoniana y si resulta siendo así, realmente me gustaría verla.
Joanna Ruiz Méndez
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