Hay dolores absurdos, que no deberían existir ni deberían ser. Hay dolores de ausencia, de muebles vacíos, cama vacía, vacío en el alma. Hay dolores ilegales, por los que no pueden pedirse ni reparaciones ni indemnización. Hay dolores obscenos, inmorales y libertinos. Hay dolores analíticos, que se explican a sí mismos. Hay dolores de locura y dolores de muerte. Hay dolores que nadie entiende, que nadie explica, que nadie quiere. Dolores físicos, químicos y mentales. De amor, de odio y de angustia. Hay dolor de lluvia y dolor de tierra seca, de invierno y de sol incandescente. Hay dolores sin lágrimas y dolores de océano. Hay dolores en mayúsculas y minúsculas. Hay dolores de culpa, que se entierran en el pecho y allí se duermen, a veces para siempre.
Hay dolor de distancia.
De la palabra no dicha.
Dolor de silencio.
De soledades y abandono.
De ti y de todos.
Hay dolores de dolores.
Y este dolor.
El único, el que quema.
El que más se siente.
Y de qué manera.
Joanna Ruiz Méndez
Joanna Ruiz Méndez
3 comentarios:
Maravilloso :) Gracias por este pedazo de dolor que me dolió en lo más hondo...
Atte.
Srta. Acoso.
Muy intenso, es verdad hay miles de dolores, incluso para escoger... aunque yo prefiero dejar que pasen como los días...
saludos
(un placer visitarte)
Gracias por sus mensajes!
L.S. Márquez: Un placer para mí que visites el blog. Saludos!
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