sábado, julio 11, 2009

Sobre Vancouver

No voy a hablar del viaje de Caracas hasta Vancouver porque no pasó mayor cosa. El viaje efectivamente se me hizo largo, pero fue totalmente normal y después de nueve horas y pico llegué a la que será mi nueva casa por un buen tiempo.
Vancouver es una ciudad de postal, de esas que siempre están esperando para que le tomen la foto. Es una ciudad que siempre está posando pues. Los árboles inmensos, las casitas lindas en hilera, los modernos edificios y lo civilizados de los canadienses –según Wikipedia, vancuveritas, pero me suena mejor canadienses- parecen sacados de una publicidad muy bien lograda. La gente es bastante amable con los extranjeros, quizás porque es una ciudad multicultural que recibe constantemente latinos, europeos, africanos y muchos, muchísimos, asiáticos.
Aunque me he montado en buses, mi medio de transporte cotidiano es el SkyTrain, que a diferencia del Metro caraqueño no se desplaza en el subterráneo sino superficialmente. Coincide con el Metro en la gran cantidad de gente que se monta todas las mañanas, en que siempre va como full. Y que a veces la gente joven ve a las personas mayores paradas y pasando trabajo para no caerse e igual se queda sentada.
Al principio no pensé que existieran mayores coincidencias entre una ciudad civilizada como Vancouver y una caótica como Caracas, pero existen. Además de la que conté del SkyTrain, otra coincidencia son la gran cantidad de vagabundos que hay, que aquí son llamados homeless. Están en todos lados y su vida es especialmente difícil si consideramos que no tienen absolutamente nada en una de las ciudades más caras del mundo. Además, en ambas ciudades comer en la calle es un lujo que uno puede permitirse de vez en cuando pero no todos los días, porque te arruina.
Estas son mis primeras impresiones, realmente todavía no conozco lo suficiente esta ciudad. Espero que en estos meses puedo hacerla un poco más mía, más venezolana, menos ajena de lo que es ahora. Ya veremos que tal me va.

Joanna Ruiz Méndez

martes, julio 07, 2009

Hace un año

No tengo ningún post para hoy, pero no podía pasar por debajo de la mesa el primer añito de este blog (técnicamente, todavía es 07 de julio, al menos aquí en Canadá). Espero tenerlo (y actualizarlo) al menos por un año más. Y que siga siendo lo que es. Libros, ficciones y viajes. Un rincón y un refugio. Una parte de mí.

lunes, julio 06, 2009

Cambio

Si yo fuera la de antes te hablaría del universo, del miedo, de otra vida y otro amor. Te hablaría de almas gemelas, de tristezas imposibles, de alegrías demasiado grandes como para no ser compartidas. Te hablaría de una misión. De un beso. De una canción, de un corazón y un verso. Te hablaría de eternidad y sonaría a algo cierto, a una verdad irrefutable.
Pero ya no soy la de antes. Ahora sólo puedo hablarte de casualidades, de sonrisas, de cosas que pasan porque sí. Te hablaría también de la buena vibra, de vamos a ver que pasa, de esto parece demasiado bueno. Ojalá sea verdad. Te hablaría de dudas, de una emoción que comienza en el estómago y termina en la punta de la lengua. Y te la traba, obvio. Te hablaría mil tonterías como hasta ahora, para ver si sabes leer entre líneas. Te diría buenas noches para saber si lo tomas como es. Como que no me quiero ir. Como que te dejo estas palabras para que sueñes conmigo. Como espero verte mañana, pero como hasta ahora, con el vamos a ver que pasa tatuado en la frente. Sin compromisos.

Joanna Ruiz Méndez