"Hemos incurrido en varias faltas, pero vislumbro que nuestra gran equivocación, la más irremediable, ha sido el no hablar nunca de ellas"
Esta novela, la primera publicada por Mario Benedetti, cuenta la historia de Miguel, Alicia y Lucas, tres amigos que dejan de serlo cuando los dos primeros se casan y el tercero se va de la ciudad. La antigua amistad de Miguel y Alicia deviene en un malogrado matrimonio, en parte porque Lucas se convierte, a pesar de su ausencia física, en un insoportable fantasma dentro de su relación. Un viaje repentino se convierte en la ocasión propicia para que los tres se enfrenten a la realidad y ejecuten, por primera vez en sus vidas, un acto de sinceridad.
La novela se divide en tres partes tituladas por los nombres de los protagonistas. En cada una, cada integrante de ese triángulo amoroso expone su visión de los hechos y ajusta la realidad a su medida. Miguel se sincera al estilo querido diario; Alicia hace catarsis a través de una carta; Lucas, el escritor, falsea sus recuerdos para hacerlos más llevaderos. La única coincidencia entre los tres es ese pasado-condena en común que los une irremediablemente en el presente.
Esta novela me encanta porque describe con exactitud la nostalgia de lo que pudo ser -y no fue- y la certeza del tiempo perdido, dos consecuencias inevitables del amor desperdiciado. Miguel, Alicia y Lucas sucumben a la tentación del silencio por comodidad, por vergüenza, por inercia. Se procuran un amor aséptico, libre de dramas y lugares comunes, y a cambio obtienen una profunda, inmensa, soledad. Al final, cuando todos se reconocen culpables, uno de los personajes resume la conclusión de esta historia a modo de interrogante: ¿quién de nosotros juzga a quién?
Joanna Ruiz Méndez